sábado, 6 de julio de 2013

SEMILLERO DE HIERBABUENA

La escuela de la Gestalt dice, entre otras muchas cosas, que nuestro cerebro, por medio del principio de la experiencia,  se ha formado por el condicionamiento del mundo exterior y siempre tiende a simplificar todo aquello que se percibe.
Un claro ejemplo es el siguiente:

Nuestro cerebro, por medio de nuestra vista, percibe un triángulo, cuando lo que estamos viendo, en realidad, son tres comecocos.
Otro aspecto importante es el contexto. Si vemos una planta como la de la imagen en la terraza, tendremos muy claro que se trata de un semillero de hierbabuena. Pero si nos lo ponen en un plato sobre la mesa y con una cuchara al lado, nos generará bastante desconcierto. Sin embargo, lo mismo que nos ha ocurrido con los comecocos es que nuestro cerebro ha tendido a la simplicidad y nos hace ver algo que no se corresponde con la realidad, porque ese semillero no es tal, sino un delicioso postre de chocolate con hierbabuena.

La maceta es, ciertamente, una maceta y las hojas de menta, hojas de menta perfectamente comestibles y que aportan un sabor excepcional al chocolate, como el famoso After Eight. Sin embargo, aquí se acaba la percepción, porque lo que parece arena es, en realidad, polvo de galletas Oreo y sirven para recubrir el chocolate, que en función de lo que nos apetezca trabajar puede ser una mousse de chocolate, una crema o sencillamente, un helado.

En cualquier caso, cuando sirvo a alguien el postre en cuestión, siempre muestra recelo al meter la cuchara y, generalmente, esperan todos a que sea yo el primero en hacerlo.