martes, 3 de julio de 2012

ENSALADA "A FEIRA"


Ayer me preparé una paella valenciana que no se la saltaba un gitano: de la “Alquería de La Parreta”, conforme a la receta de D. Juan Viñals, un buen amigo del facebook. Con su bajoca, su garrofó, su tabella, su pollito, su conejo, “tumaca” aceite de oliva virgen extra, “pimentó roig”, sal, una infusión de romero y, naturalmente, su arroz bomba.

Aunque la paella es fácil de digerir, estaba exquisita, había hambre y creo que me puse un poco morado, así que, por la tarde andaba un poco pesado y me apetecía preparar un plato ligero y fresco para cenar. 

Realmente, tenía en la cabeza un pulpito a la gallega acompañado de una cervecita fría. Pero intentar hacer un pulpo a la gallega en la zona de Levante es poco menos que imposible. Más que nada, porque los pulpos valencianos son como las merluzas valencianas: de una calidad inferior a la que cualquier paladar más o menos delicado puede desear.

Yo recuerdo que, cuando era un muchacho, pescaba unos pulpos magníficos en el malecón de Cullera; de hecho, en más de una ocasión estuvo más cerca de pescarme el pulpo a mí que yo a él. Pero los tiempos han cambiado, y en cualquier caso, como el pulpo gallego, no lo hay en ningún confín de la tierra.

Sin embargo, la salsita gallega da mucho de sí: el pimentón, la sal marina y el aceite, le confieren a cualquier plato de marisco un toque especial y, ¿por qué no a una ensalada? Así que miré lo que había por la nevera y descubrí que tenía algunos ingredientes que, bien combinados, podían resultar algo fantástico y me puse manos a la obra…

1 patata grande
1 manojo de espárragos trigueros
50 gr de Guisantes
200 gr de atún fresco del Mediterráneo
8 gambas rojas de Cullera
1 huevo
Pimentón picante de La Vera
Sal maldon
Aceite de oliva virgen extra.

Empecé por cocer la patata entera junto con el huevo durante unos diez minutos. Añadí las gambas durante menos de un minuto y las retiré junto al huevo, dejando que la patata continuara su cocción durante unos o diez minutos más, hasta que quedó tiernita.

Por otra parte, cocí los espárragos durante veinte minutos, y le añadí los guisantes y el atún, unos cinco minutos antes de apagar el fuego.

Para montar el plato pelé el huevo y lo corté en cuartos, así como los cuerpos de las gambas y la patata, que en vez de en cuartos, cayó en cubos. Los espárragos los corté en taquitos, los guisantes fueron enteros y el atún desmigado. Mezclé todo y espolvoreé el pimentón y la sal, y para terminar, lo cubrí todo con un buen chorrito de aceite de oliva virgen extra.


Benditas vacaciones, que nos permiten estos pequeños lujos. 

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