domingo, 20 de marzo de 2022

RATATOUILLE

Esta es una receta típica del sur de Francia elaborada a base de verduras y cocinada en el horno. Básicamente es muy parecida al pisto manchego en cuanto al contenido, aunque en el pisto se fríen las verduras en una sartén. También es muy parecida a la escalivada (o escalibada), que en este caso también se elabora al horno, aunque en su origen, se hacía asada en los rescoldos, de ahí su nombre, ya que escalivar es asar al rescoldo o a las brasas.

La cuestión es que había en la cocina unas bolsas con calabacines, berenjenas y tomates. Justo lo necesario para hacer una ratatouille y, como había tiempo por delante, me dispuse a hacerla.

La elaboración es muy sencilla porque el horno trabaja solo, pero a la vez es de las que exigen paciencia y mucho cariño.

1 berenjena

1 calabacín

3 tomates, más otros tres para hacer la salsa de tomate

½ cebolla

Hierbas provenzales (en su defecto se puede utilizar una mezcla de tomillo, romero y orégano)

Pimentón de La Vera dulce

AOVE, sal y pimienta.

 

Al tratarse de verduras sin pelar, lo primero que haremos será lavarlas bien y secarlas. Si se dispone de una mandolina, nos va a facilitar mucho el corte, pero en mi caso, como tengo unos cuchillos muy bien afilados, las corté con el cebollero.

 

La primera verdura que vamos a cortar va a ser la berenjena. La hacemos en rodajas finas y cuanto más parecidas en el grosor, mejor. Ponemos las rodajas en una fuente o en una gastronorm y las salamos bien para que suelten el agua y la acidez. Esto nos va a llevar unos quince a treinta minutos de espera, pero podemos ir haciendo el resto de las rodajas, que también lleva su tiempo. Ahora ya no importa si cortamos primero el tomate y luego el calabacín o al revés.

 

Una vez que tengamos todas las rodajas dispuestas por separado, pasamos a elaborar la salsa de tomate, que podemos hacerla rallando los tres tomates, o utilizando un bote de tomate tamizado, que sale incluso más rica. Pelamos y picamos la cebolla en brunoise, la echamos en una sartén con un par de cucharadas de AOVE y la dejamos que se vaya pochando a fuego lento.

En alguna ocasión conté que el chef Dani García aconsejaba ponerle un poquito de líquido para acelerar el proceso del pochado. Yo tenía un bote de pimientos del piquillo y había dos que me sobraron de otra receta. Puse un poco del líquido de cocción y los pimientos los utilicé para rematar mi ratatouille.

 

Una vez que la cebolla está bien pochada, añadimos una cucharadita de pimentón de La Vera dulce, mezclamos y echamos el tomate. En unos diez minutos, ya tendremos nuestra salsa.

 

Recuerdo que teníamos las rodajas de berenjena sudando en la fuente y, después de cortar el resto de las rodajas, y de elaborar la salsa de tomate, habrá pasado casi media hora. No he puesto sal a ninguna de las elaboraciones porque no voy a lavar la berenjena, solamente a escurrirla bien.

 

Cubrimos el fonde de una fuente de horno redonda y… a partir de ahora viene la pijada francesa, que es ir colocando una rodaja de cada verdura en la fuente de horno de manera que queden bonitas. Una vez que tengamos todas las rodajas dispuestas en forma espiral, añadimos las hierbas, la pimienta recién molida y un chorrito de AOVE. Como ya he dicho, los dos pimientos del piquillo los he puesto en el centro para disfrutar de su sabor y tapar el agujerito que me quedaba.

 

Precalentamos el horno a 170 grados, cubrimos el preparado con un papel de aluminio de manera que quede bien tapado para favorecer la cocción y lo metemos en el horno (arriba, abajo y aire) durante una hora.

 

Todo esto lo hice ayer porque esta es una receta que está mucho más rica de un día para otro. Ahora se puede comer en frío, en templado o en caliente y se puede rematar con lo que nos apetezca. Si queremos darle un toque italiano, podemos cubrirla con queso parmesano rallado y dejar que se funda en el grill, pero como estamos hablando de un plato francés y nos hemos tomado la molestia de ponerlo pijo, mejor dejarlo tal cual.

 

Pero… ¿Qué tal si le ponemos un par de huevos fritos o escalfados por encima, una vez que lo tengamos en el plato?   



sábado, 12 de marzo de 2022

DERUNY (TORTITAS DE PATATA TÍPICAS UCRANIANAS)

 

En un momento como el actual, marcado por la invasión de Rusia a Ucrania, me pareció interesante investigar acerca de la cocina típica ucraniana. Busqué en Google “platos típicos ucranianos” y la primera entrada es: “12 platos de comida típica ucraniana” firmado por ViajeroCasual. Entré, ojeé y vi uno que ya había comido en la casa de mi hermano Manuel y que me pareció sumamente sencillo de elaborar y muy rico. En la página de ViajeroCasual no figuran las recetas, pero tenía claro que esos “panqueques de papa”, a los que a lo largo de la cita denomina “Deruny”, eran esas tortitas de patata que había probado, elaboradas por su asistente, de origen ucraniano.

El paso siguiente en mi navegación por Internet consistió en anotar el nombre de deruny y buscar la receta. En efecto hay unas cuantas entradas en las que figura y todas son iguales y, también, la misma que nos elaboró aquel hombre y que paso a contar.

1 patata grande o 2 medianas.

½ cebolla pequeña (su uso es más para evitar que se oxide la patata)

1 yema de huevo

20 gr de harina de trigo

Sal, pimienta

Aceite de girasol

 

En primer lugar, lavamos y pelamos la patata y pelamos la cebolla. A continuación, rallamos la cebolla muy fina y hacemos lo mismo con la patata. El asistente de mi hermano utilizó la batidora de mano y el resultado es bastante parecido. Echamos el batido en un colador y apretamos para que pierda toda el agua. Ponemos la patata rallada junto con la cebolla en un bol, añadimos la yema y la harina y mezclamos bien. En alguna de las entradas añadían también una pizca de bicarbonato sódico, pero yo lo cambié por la pimienta recién molida y la sal.

 

Una vez que tengamos la masa, ponemos una pizca de aceite en una sartén y, a fuego medio, esperamos a que se caliente bien.

 

Hacemos bolitas de masa, las aplastamos y las echamos en la sartén dejándolas unos cuatro minutos hasta que estén doradas. Les damos la vuelta y dejamos que doren también por la otra cara.

 

Hay que tener en cuenta que la masa se hace con la patata cruda, por lo que es importante dejar que se cocine bien.

 

En algunas entradas recomendaban servirlas con crema agria o queso fresco batido. En mi opinión, no es preciso ningún acompañamiento, pero dejo a la imaginación del lector, además de esas dos opciones, mahonesa, all i oli… Aunque también pueden servir como acompañamiento de carnes o pescados.