sábado, 2 de febrero de 2013

CREATIVIDAD, PACIENCIA Y... BUENOS RECUERDOS


SOPA DE AJO DECONSTRUIDA (o cómo ser creativo por menos de un euro)

Cuando el frío aprieta, apetece comer platos calentitos y recordar aquellos momentos de nuestra infancia en los que la abuela nos los preparaba con todo su cariño al amor de la lumbre.

Uno de esos platos tan ricos son las sopas de ajo, o sopa castellana, si se prefiere, y elaborarla a la manera tradicional es muy sencillo. Ahora bien, si lo que queremos es quedar bien con la familia o los amigos, podemos hacerla a la manera de la famosa tortilla de patata inventada por El Bulli en 1998 y cuyo autor no fue Ferrán Adriá, sino un chico que trabajaba allí. Y es que hablar de Adriá suele ser sinónimo de creatividad. Pero la grandeza de este cocinero, como a él le gusta que le llamen, no es solamente ser creativo, sino saber inculcar esta cualidad en todos aquellos que le rodean.

El proceso de la elaboración es largo, con lo que vamos a ejercitar además de la creatividad y los buenos recuerdos de nuestra infancia, algo tan importante como es la paciencia. Pero podemos ir adelantando algunas partes, como la elaboración del caldo o el crujiente de jamón.

Para la base:

50 gr de jamón serrano de la mejor calidad que encontremos
5 dientes de ajo morados de Las Pedroñeras
1 cucharada de pimentón de La Vera picante 

Para el caldo:

Un hueso de jamón
1 puerro
La clara de un huevo
1 cucharada de maicena

Para cubrir:

5 lonchitas de jamón de la mejor calidad que encontremos
La yema del huevo

Aparte vamos a cortar unas lonchas de pan fresco y vamos a dejarlas que se sequen. Es decir, de un día para otro.

Lo primero que haremos será poner aceite en una sartén a fuego muy bajo y añadir los ajos pelados y cortados en láminas finas con una pizca de sal para que se confiten. Entre tanto, picamos el jamón en trocitos para añadirlos más adelante.

Ahora podemos hacer el caldo con un hueso de jamón y un puerro, poniéndolos en una cazuela con un vaso de agua y dejándolos que cuezan a fuego bajo durante más o menos una hora.

Cuando veamos que los ajos estén confitados, retiramos la sartén del fuego y le añadimos el pimentón, revolvemos y lo reservamos colándolo para que pierda todo el aceite.

Cuando veamos que el caldo esté hecho, ponemos una cucharada de maicena en medio vasito de agua, lo echamos sobre el caldo y esperamos unos segundos hasta que espese. Hacemos un chantilly con la clara del huevo y un pellizquito de sal y le vamos incorporando el caldo poco a poco removiendo para conseguir una espuma.

En la misma sartén en la que hemos frito los ajos ponemos las láminas de pan y las freímos.

Por último ponemos las lonchitas de jamón en un plato y las metemos en el microondas durante más o menos un minuto o minuto y medio para que se quede crujiente.

Para montar nuestra sopa pondremos en una copa de coctel en primer lugar los ajos con el jamón y el pimentón, que habrán quedado crujientes. Encima ponemos una capa de pan y sobre ella la espuma de caldo. Sobre todo ello ponemos otra capa de pan y el crujiente de jamón. Finalmente ponemos una cucharada o dos de yema. Si lo metemos durante unos quince segundos en el microondas quedará caliente y la yema más hecha, pero esto ya es opcional.

Es conveniente advertir a nuestros comensales de que deben introducir la cuchara hasta el fondo y sacarla con una pizca de todas las capas a la vez.



                      Como vemos, la elaboración es muy sencilla y el resultado final, sorprendente.