jueves, 24 de diciembre de 2020

TIRABEQUES SALTEADOS CON JAMÓN IBÉRICO DE BELLOTA

 

En el mundo de las verduras, los tirabeques y los guisantes de lágrima son como el ibérico de bellota al jamón.

Han abierto una tienda muy cerca de casa en la que dicen vender productos gourmet y, lo curioso, es que se trata de una verdulería. Eso sí, además de unos productos agrarios selectos, se pueden encontrar toda suerte de productos exquisitos como vinos, licores, y muchas de esas cosas que tanto suelen gustar.

Mi debut como cliente fue más bien por hacer un estudio ocular y tomar nota. Compré un kilo de patatas lavadas de gran calidad y se me fueron los ojos detrás de unos ajos tiernos que también se vinieron a casa.

Ayer pasé para comprar unas castañas que se me antojaron bastante buenas por su tamaño y textura y había en la nevera unos paquetitos de tirabeques que me pidieron permiso para venirse conmigo y, naturalmente, acabaron en casa.

Hace unos meses, en un programa de televisión, los presentaron como una gran exquisitez y los probaron en crudo. Yo pensaba que serían como el resto de las verduras y las tres veces que los pude encontrar, los hice al dente, pero blanqueados.

No se puede decir que sea un producto fácil de encontrar ni barato. El paquetito de tirabeques, que contenía 200 gr. Valía 3 euros, que ya está bien para unas tristes vainas.

El jamón que a mí me gusta, como ya he contado en múltiples entradas es el que selecciona Pablo, mi charcutero, que es de cerdo ibérico criado en dehesa a base de bellotas sin otro complemento de pienso y, me pareció que el matrimonio tenía que ser perfecto.

La receta no puede ser más simple ni más deliciosa:

80 gr de jamón ibérico de bellota

200 gr de tirabeques

AOVE

 

Se echan los tirabeques enteros en una sartén con una cucharada de AOVE y se saltean durante unos tres a cinco minutos controlando que no se quemen. Se ponen en un plato en el que habremos depositado las lonchas de jamón en crudo y, normalmente, no hace falta ni sal, aunque unas escamas de sal maldon tampoco desvirtúan el resultado. Se distribuye un chorrito de AOVE por los tirabeques y a comer.



martes, 1 de diciembre de 2020

GUISANTES A LA FRANCESA (DE APROVECHAMIENTO)

Cuando tengo la suerte de que Pablo, mi charcutero, acaba de abrir un jamón, no puedo evitar la tentación de pedirle el tocino que va retirando de la pata. Él me busca los trozos más blanquitos y me los separa porque ya sabe que los hago hablar.  No hay nada más rico que un huevo frito en la grasa que desprende ese tocino de jamón ibérico de bellota, que es el que consumo, o un entrecot asado a la plancha sobre una deliciosa loncha de ese manjar.

Habitualmente, uso solamente la grasilla, y el trocito de tocino, cuando ya está tostado y crujiente, aunque sé que debería retirarlo, me encanta comérmelo con un trocito de pan y sentir el sabor incomparable del jamón ibérico convertido en una pequeña oblea.

El domingo preparé una ensaladilla rusa y, para su confección, abrí un bote de guisantes y zanahoria, algo muy socorrido para la ensaladilla, pero me sobró medio bote y decidí utilizarlo para hacerme una cenita reconfortante, como son unos guisantes a la francesa.

Medio bote de guisantes y zanahoria

1 trocito de cebolla dulce

2 lonchas de tocino de ibérico

1 vasito de caldo de carne

1 vasito de leche

Pimienta negra recién molida

Hierbas provenzales, o en su defecto una mezcla compuesta por orégano, tomillo y hierbabuena  

Sal

AOVE

En primer lugar, picaremos bien la cebolla y la pondremos a pochar a fuego muy suave con un chorrito de aove y una pizca de sal. Cuando veamos que empieza a estar pochada, añadimos las lonchas de tocino cortadas en tiritas medianas. Lo suyo sería añadir una o dos lonchas de jamón en taquitos, pero me daba la impresión de que ese tocinillo lo convertiría en algo más suculento.

Cuando veamos que están traslúcidas tanto la cebolla como las piezas de tocino, añadimos el caldo de carne y dejamos reducir. A continuación, echamos los guisantes y la leche y dejamos que se vaya haciendo a fuego muy suave durante unos diez minutos. Pasados unos cinco minutos, añadimos las hierbas y dejamos que siga la cocción. Una vez que veamos que la salsa está ligada, retiramos del fuego y rociamos con la pimienta.

A mí me gusta que la salsa quede ligada, pero no espesa. Si se quiere espesar un poco más, basta con añadir una cucharadita de Maizena disuelta en un poco de caldo y ya está.

Si queremos enriquecer el plato para darle más consistencia, podemos añadir un huevo cocido partido en 4 gajos. 



He añadido el "de aprovechamiento" porque el precio de esta exquisitez, no creo que llegue a los cincuenta céntimos, si tenemos en cuenta que el tocino sale gratis y que el resto de los ingredientes estaban en la nevera y en el cajón de las especias.