miércoles, 8 de diciembre de 2021

ENTRECOT A LA PIMIENTA

 

No sé si tendrá alguna connotación psicológica, pero de vez en cuando necesito comerme una pieza de carne de las caras y buenas. Puede ser un solomillo de vaca vieja o un entrecot de buey. En cualquiera de los dos casos, la suelo hacer a la plancha, a palo seco con una pizca de pimienta molida y añado al final la sal Maldon y un chorrito de AOVE.

Adquirir cualquiera de esas dos piezas es oneroso y, en muchas ocasiones, difíciles de conseguir, sin embargo, un entrecot de ternera ecológica de esos que venden ahora en los supermercados envasados al vacío es bastante más sencillo y, si aciertas con el sitio adecuado, puedes encontrar carne de muy buena calidad.

En una entrada anterior, la del 21 de agosto de 2020, refería el enorme chasco que me supuso un entrecot que compré en Carrefour y que tuve que convertir en un guiso de carne con ayuda de la crockpot porque aquello no era carne, era correa. Sin embargo, hace ya algún tiempo, descubrí que en DIA venden unos filetes magníficos. Son de ternera ecológica, el pack de 222 gr sale por 4,20 euros y dan un resultado excelente.

Así como con la vaca vieja o el buey no me la juego y prefiero hacerlos a la plancha o a la brasa, estos filetes dan mucho juego y permiten elaboraciones, aunque sencillas, algo más sofisticadas, como acompañarlos con una salsa de setas, de pimienta, de roquefort… Hoy apetecía una salsa de pimienta negra que yo elaboro a mi manera y me apetece compartir.

1 entrecot de ternera ecológica

Nata para cocinar

Pimienta en grano y recién molida

1 vasito de vino fino

1 chorrito de salsa Perrins

AOVE

Sal Maldon

 

Como viene envasado al vacío y guardado en la nevera, lo ideal es desempaquetarlo y ponerlo sobre un plato a temperatura ambiente dos o tres horas antes de cocinarlo, cubierto con un poco de pimienta recién molida.

 

Ponemos una sartén al fuego y dejamos que se caliente. Entre tanto, pintamos el filete con una pizca de AOVE y cuando veamos que la sartén haya cogido calor, lo depositamos en ella y lo dejamos unos minutos, que no especifico porque el punto de la carne va en gustos. Yo lo suelo dejar un par de minutos antes de darle la vuelta porque me gusta tostadito, pero casi crudo. Ponemos sal al gusto y reservamos.

 

Para la salsa, ponemos el vino en la misma sartén en la que hemos elaborado la carne para desglasar y aprovechar todo el jugo. Añadimos unas bolitas de pimienta y la nata (no tenía nata y he puesto leche fresca entera). Dejamos que cueza y añadimos la salsa Perrins. Cuando veamos que ha tomado cuerpo, ponemos la carne y dejamos un minuto. Damos la vuelta y dejamos otro minuto. Yo lo he acompañado de unas setas shiitake que me sobraron el otro día y las tenía en la nevera, con unas patatas chips y, naturalmente, con pan recién horneado.

 

P.D. No sé qué ha pasado, pero se me ha cortado la salsa y su aspecto dista mucho de ser untuosa. Seguramente el cambio de la nata por la leche. He pensado en tirarla y hacer otra, y también he pensado en tratar de corregirla con un poco de Maizena, pero la he probado y ha cogido un regusto a yogur que la hace especialmente rica, así que la he dejado tal cual. A veces los errores en la cocina conducen a platos realmente ricos. El problema es que nunca se me había cortado y no sé cómo reproducirla.