No sé si tendrá alguna connotación psicológica, pero de vez
en cuando necesito comerme una pieza de carne de las caras y buenas. Puede ser
un solomillo de vaca vieja o un entrecot de buey. En cualquiera de los dos
casos, la suelo hacer a la plancha, a palo seco con una pizca de pimienta
molida y añado al final la sal Maldon y un chorrito de AOVE.
Adquirir cualquiera de esas dos piezas es oneroso y, en
muchas ocasiones, difíciles de conseguir, sin embargo, un entrecot de ternera
ecológica de esos que venden ahora en los supermercados envasados al vacío es
bastante más sencillo y, si aciertas con el sitio adecuado, puedes encontrar
carne de muy buena calidad.
En una entrada anterior, la del 21 de agosto de 2020, refería
el enorme chasco que me supuso un entrecot que compré en Carrefour y que tuve que
convertir en un guiso de carne con ayuda de la crockpot porque aquello no era
carne, era correa. Sin embargo, hace ya algún tiempo, descubrí que en DIA
venden unos filetes magníficos. Son de ternera ecológica, el pack de 222 gr
sale por 4,20 euros y dan un resultado excelente.
Así como con la vaca vieja o el buey no me la juego y
prefiero hacerlos a la plancha o a la brasa, estos filetes dan mucho juego y permiten
elaboraciones, aunque sencillas, algo más sofisticadas, como acompañarlos con
una salsa de setas, de pimienta, de roquefort… Hoy apetecía una salsa de
pimienta negra que yo elaboro a mi manera y me apetece compartir.
1 entrecot de ternera ecológica
Nata para cocinar
Pimienta en grano y recién molida
1 vasito de vino fino
1 chorrito de salsa Perrins
AOVE
Sal Maldon
Como viene envasado al vacío y
guardado en la nevera, lo ideal es desempaquetarlo y ponerlo sobre un plato a
temperatura ambiente dos o tres horas antes de cocinarlo, cubierto con un poco
de pimienta recién molida.
Ponemos una sartén al fuego y dejamos
que se caliente. Entre tanto, pintamos el filete con una pizca de AOVE y cuando
veamos que la sartén haya cogido calor, lo depositamos en ella y lo dejamos unos
minutos, que no especifico porque el punto de la carne va en gustos. Yo lo
suelo dejar un par de minutos antes de darle la vuelta porque me gusta
tostadito, pero casi crudo. Ponemos sal al gusto y reservamos.
Para la salsa, ponemos el vino en la
misma sartén en la que hemos elaborado la carne para desglasar y aprovechar
todo el jugo. Añadimos unas bolitas de pimienta y la nata (no tenía nata y he
puesto leche fresca entera). Dejamos que cueza y añadimos la salsa Perrins.
Cuando veamos que ha tomado cuerpo, ponemos la carne y dejamos un minuto. Damos
la vuelta y dejamos otro minuto. Yo lo he acompañado de unas setas shiitake que
me sobraron el otro día y las tenía en la nevera, con unas patatas chips y,
naturalmente, con pan recién horneado.
P.D. No sé qué ha pasado, pero se me
ha cortado la salsa y su aspecto dista mucho de ser untuosa. Seguramente el
cambio de la nata por la leche. He pensado en tirarla y hacer otra, y también
he pensado en tratar de corregirla con un poco de Maizena, pero la he probado y
ha cogido un regusto a yogur que la hace especialmente rica, así que la he
dejado tal cual. A veces los errores en la cocina conducen a platos realmente
ricos. El problema es que nunca se me había cortado y no sé cómo reproducirla.
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