El domingo me apetecía cocinar algo suculento. Uno de esos platos que
te llevan a la infancia, como los muslos de pollo que, sistemáticamente, todos
los domingos preparaba Pascuala como segundo plato, después de la paella. Lo
cierto es que después de la paella caben pocas cosas más a no ser una pieza de
fruta, o algún dulce, es decir, que ese pollo era una barbaridad y que casi siempre se quedaba
entero, pero estaba muy bueno el lunes para cenar.
Tenía un muslo y un contramuslo de corral, de esos amarillitos que
saben tan ricos y, como quiera que mi mujer se marchaba a comer con unas
amigas, pues me lo preparé a mi gusto.
El muslo y el contramuslo de pollo
1 cebolla pequeña
2 cucharadas de tomate
1 lata de cerveza
2 cucharaditas de curry en polvo
1 cucharadita de pimentón picante
1 nuez de mantequilla
AOVE
Sal
En primer lugar, separé el muslo del contramuslo y lo freí con dos
cucharadas de AOVE en una cazuela para sellarlo bien, hasta que quedó doradito.
Lo retiré y lo reservé.
Piqué la cebolla en brunoise y la puse en la misma cazuela donde había
frito el pollo. No hizo falta añadir más AOVE porque el pollo dejó algo de
grasa. Cuando estaba blandita, añadí el pimentón y después de darle una vuelta,
el tomate. Esperé a que el tomate quedó bien frito y le puse la lata de cerveza
y, a continuación, el pollo.
Dejé cocinar durante una hora a fuego muy suave y cuando estaba la carne
blanda, lo saqué y lo reservé en un plato.
Colé la salsa aprovechándola al máximo y la puse en un cazo a hervir
para reducirla a más de la mitad.
Casi al final de la cocción, añadí el curry y lo retiré del fuego. Entonces
añadí la mantequilla y dejé que se disolviera.
El último paso es poner a cocer durante un par de minutos el pollo en la
salsa y servir.
Como acompañamiento había pensado hacer unas patas panadera, pero el
sábado había encargado uno de esos aparatos asombrosos y me lo trajeron el
domingo, así que no me pude resistir a estrenarlo.
Se trata de una especie de sandwichera para el microondas y el uso es
sumamente sencillo: solo hay que meterlo en el microondas tres minutos,
sacarlo, ponerle dentro lo que quieras asar, meterlo otros tres minutos, sacarlo,
dar la vuelta al producto, volver a cerrar el aparato, meterlo de nuevo en el
microondas y dejarlo otros tres minutos. El aceite y la sal son opcionales, pero un poco de cada cosa no vienen mal.
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