Hoy traigo una receta sumamente sencilla y rica que tiene su origen en la zona de la Cerdanya, en Cataluña, donde las temperaturas suelen ser sumamente bajas y la alimentación suele estar acorde con ellas.
Hay varias versiones, porque hay quien le pone butifarra, pero la receta original solamente lleva panceta frita crujiente.
2 Patatas
1 coliflor
2 lonchas de panceta o tocino
AOVE
sal
Pimentón de La Vera dulce o picante (este ingrediente no figura, pero yo se lo he puesto)
Pelamos y cortamos las patatas y las ponemos a hervir. Cortamos la coliflor en juliana fina y la ponemos también a hervir junto con las patatas, pero cuando lleven más o menos diez minutos cociendo. Una vez que esté todo blandito, lo sacamos y lo machacamos con un tenedor. No debe quedar un puré muy fino, sino que se han de notar los trozos (El nombre de trinxat le viene de aquí).
Cortamos la panceta por la mitad y en tiras finas. Las freímos con un poco de AOVE hasta que quede crujiente.
Mezclamos los trozos de panceta con la pasta de coliflor y patata y en teoría ya tenemos elaborada nuestra receta. Sin embargo, es un hecho evidente que si salteamos la mezcla en aceite de freír la panceta, quedará más calentita y le aportará su sabor. Y si espolvoreamos el pimentón mientras salteamos, le aportará mejor sabor.
Como se puede ver, es una receta de primero de infantil y apta para los más brutos del lugar, pero aporta calor y está realmente rico.
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