Decía mi amigo José, el propietario del restaurante Tras os Montes, que en Portugal hay varias recetas de bacalao para hacer los 365 días del año. Pues… no lo sé, pero en España tampoco nos quedamos cortos, porque lo cierto es que en cada región hay varias recetas y algunas tan arraigadas a nuestra cultura que forman parte de ella. Tal es el caso del potaje llamado de Semana Santa, aunque esté igual de rico el día de Viernes Santo como el día de Navidad.
Hoy traigo una receta que cada
cual la hace como Dios le da a entender, pero en todos los casos está
deliciosa. La clave está en el pimiento choricero y debemos ser generosos con
él.
Yo he utilizado lomos de bacalao
congelados, pero se puede hacer con lomos frescos o salados tomándonos el
tiempo necesario para desalarlos que es superior al que tardaremos en
descongelarlos.
En cuanto a los pimientos
choriceros, hay que ponerlos a mojo durante unas horas para poder sacarles la
pulpa, que es lo que nos interesa. Sin embargo, venden unos tarritos con la
pulpa ya sacada y resulta evidentemente más fácil su uso y en cuanto al precio
no hay mucha diferencia.
El resto de los ingredientes son:
una cebolla, tres dientes de ajo, una rebanada de pan de hogaza, que nos puede
valer duro, dos cucharadas de tomate tamizado, AOVE, sal y una pizca de
pimienta negra recién molida.
Lo primero que haremos una vez
que tengamos la mise en place es picar la cebolla y los dientes de ajo. No hace
falta que nos esmeremos en el corte porque lo vamos a pasar después. Una vez
que esté pochado, añadimos el pan desmigado. Cuando esté dorado, añadimos tres
cucharadas colmadas de pulpa del pimiento choricero, el tomate y un vaso de agua.
Mezclamos todo bien y dejamos a fuego medio durante unos 20 minutos.
Mientras se va haciendo la salsa,
secamos bien los lomos de bacalao, los pasamos por harina y sacudimos para retirar
el exceso. Ponemos aceite en una sartén y marcamos los lomos durante un minuto
por cada lado. Nos interesa que queden marcados, pero no cocinados.
Ponemos la salsa en el vaso batidor
y batimos hasta convertirlo en un puré espesito, lo echamos sobre el bacalao y
dejamos cocer durante unos 15 minutos.
Lo hemos acompañado con unas
patatas fritas y, por supuesto, con una barra de pan recién horneada.