sábado, 15 de marzo de 2014

JUDIONES DE LA GRANJA CON SEPIA Y GAMBAS

De un tiempo a esta parte, vengo viendo que los cocineros de las diferentes televisiones elaboran las alubias de una manera que se aleja de la tradicional. Ellos ponen las legumbres a cocer y hacen un sofrito, que posteriormente añaden a la olla.

Me llamó la atención que Sergio Fernández Luque, el chef que aparece a diario en TVE, hizo unas fabes con almejas en las que coció previamente las fabes con un hueso de jamón. Me pareció simpático por el realce de sabor y el contraste entre el jamón y las almejas.

Hoy he decidido hacer algo parecido, aunque he cambiado las fabes por judiones de La Granja y las almejas por sepia y gambas aunque, eso sí, siguiendo los mismos pasos.

100 gr de judiones por persona
1 hueso de jamón
1 sepia grande
250 gr de gambas peladas
1 cebolla
2 dientes de ajo
½ bote de tomate triturado
1 vasito de vino blanco
Pimentón dulce de La Vera
Azafrán
Aceite de oliva virgen extra
Sal

En primer lugar, puse los judiones en agua desde ayer por la tarde en la olla exprés, y esta mañana las he puesto a cocer con el huesito de jamón durante 45 minutos.

He troceado la sepia en cubos grandes y la he puesto a la plancha hasta que ha tomado una pizca de color y ya andaba más o menos blanda.

Después de retirarla, en esa misma sartén, he puesto un chorrito de aceite y en él la cebolla picada en brunoise y el ajo también picadito con un puñadito de sal. Una vez que estaba caída, he añadido una cucharadita de pimentón y el vasito de vino blanco. He subido el fuego para eliminar el alcohol y a continuación, al cabo de unos cinco o seis minutos, he añadido el medio bote de tomate, medio vasito de agua, y tan pronto como ha empezado a hervir, he echado la sepia de nuevo y el azafrán picadito.

Al cabo de unos quince minutos, cuando el guiso empezaba a estar consistente, lo he añadido a la olla, junto con los judiones. Previamente he sacado media docena, que he majado con un chorrito de caldo y he devuelto a la olla para espesar.

Por último, cuando ha empezado a entrar en ebullición, he puesto las gambas y he dado vueltas con cuidado para no romper los judiones. Y ahí están esperándonos para comer. Cuando llegue la hora, se vuelve a encender un ratito el fuego y al plato.


A mí no me cabe duda de que la cocción habitual es más relajante, porque solamente es poner todo en la olla y a esperar, pero es cierto que de esta manera, se realzan más los aromas y sabores. Toda la casa huele de maravilla. 


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