domingo, 13 de abril de 2014

ENSALADA DE BACALAO, TOMATE Y HUEVO

Esta es una ensalada versátil donde las haya. Se puede hacer en frío para la temporada estival o en caliente para cuando llegan los fríos. Hoy hace un día bastante cálido aquí, en la playa, así que como no tengo ganas de trabajar demasiado, la voy a hacer en frío.

Ya hemos dicho que el bacalao es entre los pescados, como el conejo y el potrito entre las carnes, es decir, el rey de los pescados sanos. Por su gran contenido en ácidos grasos como el Omega-3, que potencia la memoria y es perfecto para la función cardíaca. En vitamina A y D… Si a esto le añadimos unos ajitos picados y un tomatito rallado, nos encontramos con una comida completa, ligera, sana y, por supuesto relajante, entre otras cosas porque su elaboración es extremadamente sencilla y rápida.

60 gr de bacalao desmigado
1 huevo
1 tomate
2 dientes de ajo
½ cebolla
Aceite de oliva virgen extra

En primer lugar, ponemos el bacalao desmigado en un colador y dejamos que le corra el agua del grifo durante un par de minutos para eliminar el exceso de sal. Picamos la cebolla y los dientes de ajo en brunoise y rallamos el tomate.

Mezclamos todos los ingredientes en un bol y le añadimos un chorro generoso de aceite de oliva virgen extra. En nuestro caso hemos utilizado un aceite de guindillas, ajos y pimienta negra, que había en la despensa, pero vale sin nada de eso y dejamos que macere durante un par de horas en el frigorífico.

En cuanto al huevo, depende de si la vamos a hacer fría o caliente. Como nosotros la vamos a hacer en frío, ponemos el huevo a cocer durante unos cinco minutos para que quede cocido pero con la yema cremosa. Si la hiciéramos en caliente, lo suyo sería freír el huevo y añadirlo al final.

Pasadas un par de horas, sacamos la ensalada de la nevera y servimos junto con el huevo cortado en cuatro piezas.

Si quisiéramos hacerla caliente, pondríamos la ensalada en una sartén y la dejaríamos al fuego, removiendo de vez en cuando hasta que el tomate estuviera hecho. No olvidemos que es una ensalada, y conviene que los trozos de cebolla y ajo se noten en el paladar. Al servir, en lugar de utilizar huevo cocido, pondríamos un huevo frito.


En ambos casos, un buen trocito de pan va a acompañar francamente bien, tanto en frío como en caliente, pero sobre todo, en este segundo caso.


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