Ayer invité a mis
hermanos a comer. Hice arroz meloso con bogavante y de aperitivo puse unas
raciones de queso con mermelada de higos, que ya va siendo tradicional por las
fechas que corren. Mi hermano Manuel, el mayor, tiene a pesar de su edad y algunos
problemillas, un apetito encomiable y, además de dar buena cuenta del arroz, se
llevó una ración de buen calibre para poder seguir con su festín hoy a
mediodía.
También les
preparé de aperitivo unas gulitas a la bilbaina, una cazuelita de all i pebre que andaba por la nevera y unos chupitos de bloody Mary, pero elaborados con gazpacho
andaluz en lugar de tomate, por lo que se me ocurrió que eso más que bloody Mary
era bloody Macarena, invito a probar porque está exquisito: un vasito de
gazpacho, que puede ser perfectamente del que venden ya elaborado, o si no,
tomates, ajos, pan duro remojado, pepino, cebollita, agua, vinagre, sal y
aceite, y a rallar, o al robot de cocina, que para eso están. A eso le
añadiremos los ingredientes del bloody Mary, es decir, un limón exprimido,
salsa Perrins, tabasco, pimienta y vodka. No hace falta sal porque ya lleva.
Está fresquito, verdaderamente rico y resulta un buen aperitivo.
Después del arroz
de ayer, me ha parecido que hoy tocaba algo fresco, aunque no por ello menos
nutritivo y como no me apetecía bajar a comprar nada, me he tomado el bloody
Macarena que sobró de ayer y había pensado en hacer una ensaladilla rusa, que
es bastante refrescante y apaga el apetito de buena manera. Sin embargo, he
recordado que en el congelador había una buena porción de carne que sobró de la
hamburguesa que me hice el martes para comer, unas anchoas y un botecito de
trufas, así que me he decantado por elaborar un steak tartar trufadito.
250 gr. de carne de
ternera picada a cuchillo
1 yema de huevo
2 anchoas
1 trufa
Diez o doce
alcaparras
Perejil
Ajo
¼ de cebolla
Pimienta
Salsa Perrins
Tabasco
1 vasito de ron
Pimentón de La
Vera picante
La elaboración es
tan sencilla como poner las anchoas en un bol y machacarlas con dos tenedores,
luego echamos la carne y le vamos añadiendo los demás ingredientes al gusto.
Eso sí, todo muy picadito, que apenas se perciba en la carne. Amasamos bien y
ya está.
Se sirve
componiendo una figura, ya sea redonda o cuadrada, eso va en gustos, y
acompañado de unas tostadas de pan, o un trozo de pan recién horneado.
No olvidemos que
la cosa es picantita y no está de más una copa de vino joven fresquito… o dos.
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