Hace ya unos cuantos días que no he añadido ninguna entrada y creo que
ya va siendo hora de escribirla y publicarla.
Comienzan los fríos y apetece algo calentito y rico, sin olvidar el
aspecto saludable de la receta. Por eso hoy he decidido hacer un brécol acabado
al horno, pero con unos ingredientes sumamente ricos.
1 brécol mediano
4 rodajas de chorizo para cocinar picante
5 lonchas de panceta
2 cucharadas de tomate triturado
1 vaso de leche
1 trufa negra
2 dientes de ajo
Queso de gruyere
Harina
Sal
Orégano
Orégano
Aceite de oliva virgen extra.
Lo primero es blanquear el brécol, para lo cual se pone agua a hervir
y cuando rompa el hervor echamos el brécol troceado. Esperamos a que vuelva a
hervir, lo sacamos y lo reservamos.
En una sartén ponemos un chorrito de aceite y añadimos los dientes de
ajo picaditos. Tan pronto como empiecen a
bailar añadimos el brécol y dejamos que se vaya cocinando.
Picamos en cubitos pequeños el chorizo y la panceta y los añadimos a
la sartén. Una vez que esté todo frito, lo retiramos y lo reservamos en una
cazuela.
En esa misma sartén ponemos un par de cucharadas de harina y dejamos
que se cocine durante unos minutos y le añadimos la leche fría para evitar que se
hagan grumos y removemos bien hasta que vaya tomando consistencia. Añadimos el
tomate y dejamos que siga cocinándose unos minutos. Finalmente le ponemos el queso,
removemos y dejamos que se derrita para volcarla de inmediato sobre la cazuela
en la que hemos puesto el brécol.
Una vez que se haya enfriado, rallamos o picamos bien una trufa,
ponemos un poco de queso gruyere rallado, espolvoreamos una pizca de orégano y metemos en el horno a gratinar.
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