domingo, 28 de diciembre de 2014

MOLLEJAS A LA REDUCCIÓN DE JEREZ AÑEJO "1730" CON SETAS CONFITADAS

Hace más de veinte años, mi buen amigo Mike, gran pescador de atunes y enorme patrón y maestro, me regaló una caja de vinos de Jerez. Había un vino dulce riquísimo, otro seco excelente y un oloroso que aún conservo y, que ya no se puede beber pero que es un gran acompañante de recetas de cocina.

Revisando mi recetario de excelencias, descubro que hay una receta de mollejas de pollo a la reducción de Pedro Ximénez que eleva la casquería a los cielos culinarios y de pronto se me antojan de una manera inmediata acompañadas del vino mencionado, así que me bajo al súper y busco el preciado producto para prepararlo esta misma tarde.

Menos mal que el día de Navidad cené un hervidito valenciano: judías verdes, patatas y cebolla cocidas, que es algo barato y como dicen por aquí, "desenseba", porque después de tanto marisco y carne roja, hay que darle un poco de reposo al cuerpo.

Estas mollejas no es que "desenseben", porque supongo que aportarán sus calorías, pero al menos no resultan nada onerosas: 1,60 € los 360 gramos, que son una ración más que generosa, o dos raciones, según como se mire, y las preparé conforme a mi receta...

360 gr de mollejas de pollo
1 cebolla
1 vasito de vino "oloroso 1730" (mucho mejor que el Pedro Ximénez, pero vale igual)
1 cucharada de harina
1 vaso de caldo de hueso o de pollo
Unas setas confitadas.
Pimentón de La Vera Picante
1 guindilla
aceite de oliva virgen extra
sal

Como en mi cocina no se tira nada, tenía un tarro del caldo de las costillas que me preparé hace un par de días, así que me ha parecido interesante utilizarlo y, por qué no, unas poquitas setas que me sobraron de la fideuá que hice el día anterior.

El primer paso es limpiar bien las mollejas, retirando los trozos amarillos y freírlas hasta sellarlas bien. Las retiramos y reservamos.

Picamos bien la cebolla y la freímos a fuego lentito con sal hasta que quede bien caída, le añadimos la cucharada de harina y removemos para que se fría sin hacer grumos,  ponemos una cucharadita de pimentón de La Vera picante y añadimos el vaso de vino sin parar de remover para que se incorpore y pierda el alcohol. Ahora echamos el caldo y, sin parar de remover, subimos el fuego y las mollejas.

Cortamos la guindilla en rodajas y también la añadimos junto con las setas confitadas y ya, dejamos que chopchopee durante un buen rato que, dependiendo del tamaño y textura de las mollejas puede rondar en torno a los 30 y 45 minutos.

Una vez que haya reducido el caldo y las mollejas estén blanditas, nos vamos a por un buen trozo de pan y a comer.



Como siempre suele sobrar algo de caldo y aquí, como decía, no tiramos nada, lo he guardado para hacer un poco de pasta con esa salsa y unas tiritas de beicon.

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