Si hay un plato que me traslada a
mi infancia y me hace sonreír y ser feliz, esos son los macarrones con tomate
que preparaba Pascuala. Pascuala era la doncella de mis padres, y ella no
cocinaba, salvo en las ocasiones en las que la cocina estaba vacante. Más
adelante, la cocina quedó vacante de por vida y ella fue la encargada de la
limpieza y de los guisos. Pascuala también bordaba las lentejas y las albóndigas y
prácticamente todo lo que elaboraba.
La curiosidad me ha llevado a
buscar el origen de la receta, que a mí se me antojaba puramente española y
ancestral. Lo primero es cierto, pero lo segundo no porque, al parecer, la
receta viene de la posguerra y el hambre que se pasó en aquellos tiempos.
Hacía mucho tiempo que no los
comía y el jueves se me antojaron, no sé muy bien por qué, pero tenía antojo.
El hecho de elaborarlos por mí mismo, aunque eso sí, con la inspiración y el
recuerdo puestos en Pascuala, me hizo feliz y es que parece imposible que una
cosa tan simple pueda resultar un plato exquisito, o una comida de colegio, que
también los ponían, y no tenían nada que ver con los de Pascuala.
Como casi siempre, me surgió un
problema. Algo parecido a lo de la fideuá porque, antes, hace unos años, en las
casas solo había fideos, macarrones y espaguetis, pero es que ahora hay un
montón de pastas sofisticadas y absurdas, y… ni rastro de los macarrones. Lo
más parecido que encontré fue esto:
Llevan por título “conchiglie
integrali”. No deja de ser un reto más para un psicólogo cocinillas.
Conchiglie integrali (a falta de unos buenos macarrones)
Un buen taco de chorizo cular.
3 cucharadas de tomate tamizado
1 cebolla pequeña
1 diente de ajo
1 trozo de queso manchego curado
Orégano
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Lo primero es
picar bien la cebolla y el diente de ajo y ponerlos en una sartén con aceite a
fuego bajo para que se pochen despacio.
Entre tanto,
hacemos unas lonchas gruesas de chorizo y las cortamos en cubitos. También
podemos ir poniendo el agua con un puñadito de sal en una cazuela a calentar
para cocer los macarrones. Esto que he utilizado pone que tarda entre 9 y 10
minutos en hacerse.
Ahora
continuamos con la salsa de tomate, esperamos que se poche bien la cebolla, le
añadimos el chorizo y dejamos que se vaya friendo. No ponemos pimentón porque
el chorizo ya lo lleva incluido. A continuación, añadimos el tomate y dejamos
que se fría despacio.
Una vez que
los macarrones (o lo que sea) estén cocidos y el tomate con el chorizo hechos,
procedemos a mezclarlo todo y le añadimos un buen puñado de queso rallado y una
pizca de orégano al gusto. Ahora lo metemos en el grill hasta que se funda el
queso.
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