martes, 5 de enero de 2021

SEPIA A LA PLANCHA CON SALSA MERY

 

Entre unas cosas y otras, llevo varios días descuidando la alimentación y comiendo algo de más, cosa que me ha llevado a un ligero aumento de peso. En fin, tampoco ha sido para tanto, porque solamente he aumentado un kilito doscientos. Lo más preocupante es que no ha habido demasiados cambios y han sido varios días seguidos comiendo carne en forma de chuletitas de cordero, de lomo relleno y cosas de esas muy ricas y festivas. Y poca verdura, solamente un plato de lombarda con ajitos y piñones y, aparte de las angulas del día de mi santo, nada de pescado.

Ayer salí resuelto a enmendar el problema y empecé a pensar en que un bacalao al ajoarriero estaría delicioso, o que un suquet de rape no se le quedaría a la zaga, pero si hablamos del peso, poco o nada iba a enmendar. Con esa idea me acerqué al super y vi una bandejita con dos sepias medianitas y pensé que, si las hacía a la plancha, cubría ambos objetivos: controlar el peso y comer pescado.

Cocinar la sepia a la plancha no es tan sencillo como pudiera parecer, porque si te quedas corto y no eliminas el agua, queda como chicle, pero si te pasas de cocción, entonces queda como estopa.

En cuanto a la salsa Mery, es muy sencilla de elaborar porque, en realidad, el alma es una ajada con perejil de esas que tantas alegrías nos aportan a la hora de cocinar, por ejemplo, las chuletitas de cordero o las patatas panadera. Ahora vamos con ella.

2 sepias enteras medianas

2 dientes de ajo

Un manojo de perejil (solo las hojas)

Un chorro de zumo de limón

1 chorrito de vinagre de Jerez

AOVE

Sal

 

Vamos a empezar a elaborar la salsa Mery. Habitualmente, siempre tengo ajo picado con perejil y un chorro de aceite porque lo utilizo en muchas elaboraciones. Si no lo tenemos, empezamos por aquí, es decir, ponemos en el mortero el ajo y las hojas de perejil y lo majamos bien. A continuación, añadimos el chorro de zumo de limón, el chorrito de vinagre, cuatro cucharadas de AOVE y una pizca de sal. Reservamos.

En una cocina industrial, donde hay planchas grandes se facilita mucho el proceso, pero en casa es conveniente preparar la sepia antes de cocinarla. Lo primero que haremos será secarla bien y después, separar las patas y partirlas en dos trozos. En el cuerpo hay un velo que tiende a encogerse, por lo que lo mejor es quitarlo con un poco de paciencia. Luego, hacemos unos cortes en la parte exterior para que se pueda separar y evitamos así que se encoja y el calor llegue a todas partes por igual.

Calentamos la sartén a fuego fuerte durante unos minutos para que esté bien caliente y colocamos la sepia sin aceite. Si está bien seca, nos bastará con dejarla tres minutos por cada lado hasta que coja un color tostado. Si vemos que suelta agua, paramos la cocción y retiramos todo el líquido. La volvemos a poner y, una vez que esté tostada, la retiramos del fuego. Echamos la salsa Mery por encima cubriendo toda la sepia y las patas y ya podemos emplatar.

En el Sicania y en muchos restaurantes de playa la suelen acompañar también con mahonesa o con ajoaceite. Yo tenía mahonesa y, como la Mery ya tiene bien de ajo, no le añadí nada más.

Dice mi hija que, si algún día estás en el hotel o en cualquier chiringuito y no sabes qué pedir, encargas una sepia a la plancha y no te equivocas nunca. Tiene razón.



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