viernes, 15 de julio de 2022

FREIDORA "SIN ACEITE" DE AIRE CALIENTE

 

Ayer me calentó la cabeza mi hermano hablándome de las bondades de las freidoras de aire y explicándome las ofertas tan increíbles que se dan por el mercado, así que me di una vuelta por Internet y encontré una que, además de buen precio, cubría las necesidades para una o dos personas, que es para lo que la voy a utilizar. La que cayó fue una Cecotec con capacidad para 1,5l.

Tenía unas croquetas en mente y las elaboré para estrenar mi “air fryer” (así se llama el artefacto en cuestión). Investigué en Internet cómo freírlas y en todas partes coincidían que hay que rociarlas con un pulverizador de aceite y, sin más, ponerlas en el cesto, programar la temperatura al máximo y el temporalizador a unos 10 minutos. Así lo hice y salieron perfectas. Solo freí dos porque eran croquetas, no croquetitas. El resto de las croquetas las dejé en un táper y las metí en la nevera para dar cuenta de ellas al día siguiente. A pesar de que hablan de freidora sin aceite, lo cierto es que hay que pulverizar. Está claro que no es lo mismo bañarlas en aceite ardiendo, que la pizca que llevan tras el pulverizado. 

Quizá sea importante explicar cómo hago la masa, porque me gusta que queden muy cremosas, así que paso a hacerlo. En una sartén ponemos una nuez de mantequilla y dejamos a fuego medio que se derrita. Añadimos una cucharada sopera y generosa de harina y removemos para que se fría y no quede con sabor a harina cruda. Añadimos leche previamente calentada para que no se hagan grumos y removemos sin parar hasta conseguir una besamel espesita.

Previamente hay que elaborar el contenido de las croquetas, en el caso que nos ocupa eran de jamón y un huevo cocido, para lo cual hay que poner agua a cocer y cuando veamos que está en ebullición introducimos el huevo y dejamos 10 minutos para que cuaje bien la clara y la yema no quede demasiado hecha. Una vez pelado, troceamos con el cuchillo en trozos finos. Por otra parte, el jamón me gusta pasarlo por la batidora para que quede casi molido. Si ponemos un poco de leche va a favorecer que quede cremoso. Añadimos el huevo al jamón y removemos.

Una vez que tengamos esta pasta de jamón y huevo se lo echamos a la besamel y removemos para que se incorpore bien. El punto de cremosidad depende del gusto de cada cual, pero ya he dicho que a mí me gustan muy cremosas.

Cuando tenemos la masa preparada, la separamos del fuego, dejamos que se atempere y la metemos en la nevera durante al menos un par de horas. La mantequilla va a favorecer que al enfriarse resulte más fácil darles forma sin que se nos deshaga entre las manos. Las pasamos por huevo batido y por el pan rallado.

Pues bien, como decía, las dos primeras croquetas, que son las que figuran en la ilustración las freí para estrenar la freidora recién hechas. El resultado fue un éxito rotundo.

Pero… ¡Ay, amigo! Las del táper habían sudado un poco y ya no estaban tan secas como el día anterior. Si a eso le sumamos que las fui haciendo en tandas de cuatro, pues el resultado no fue tan exitoso, porque no estaban crujientes y el aspecto era más feo.

Como conclusión, está claro que las croquetas hay que freírlas en el momento de hacerlas

Otro de los productos estrella son las patatas y ahí sí que hay diversidad de opiniones, aunque, en realidad, todo el mundo coincide en que quedan mejor cortadas en bastones finos. De momento, las únicas que he hecho me han quedado sorprendentemente buenas y muy crujientes. Aunque, eso sí, hay que rociarlas con aceite.


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