Las migas son una de esas recetas ancestrales donde las haya y suelen
ir contextualizadas con el campo, el monte, el pastoreo… Pero si las haces en
casa quedan también muy ricas y, de paso, te imaginas que estás en ese ámbito rural
que tanta paz y sosiego genera. Además, podemos hacerlas con ese montoncito de
cosas que van sobrando. Yo las he llamado “a mi manera” porque, en realidad, me
he salido un poco de la receta original aunque, por otra parte, cada uno las hace
como le da la gana.
La cuestión es que me sobró medio chorizo y media morcilla de los
judiones que preparé el otro día y mi charcutero siempre me regala unos trozos
de tocino del jamón que le compro, que es ibérico de bellota. Siempre le digo que
yo a eso lo hago hablar, porque lo mismo lo uso para hacer unos huevos fritos,
revueltos, o para darle gusto a cualquier guiso.
Pan duro
Chorizo
Morcilla de cebolla
Tocino de jamón ibérico de bellota
3 dientes de ajo
Almendras crudas
Cacahuetes
1 huevo
AOVE
Pimentón de La Vera (picante)
Sal
Lo primero que hay que hacer es desmigar el pan duro, con ayuda del
mortero, hasta que queden migas pequeñas, pero con cuerpo.
Ponemos los trozos de tocino en un caldero a fuego muy suave para que
vaya soltando la grasa. Le damos un golpe a los dientes de ajo para romperlos
un poco y los añadimos en camisa. Cortamos el chorizo y la morcilla en cubitos
pequeños los ponemos en ese mismo caldero una vez que el tocino se haya
convertido en grasilla y lo freímos todo. Ponemos, ahora sí, un chorrito de AOVE
para generar algo más de grasa, que será en realidad lo que les dé gusto a
nuestras migas.
En una sartén ponemos las almendras y los cacahuetes con una pizca de
aceite y lo tostamos todo un poquito para añadirlo más adelante a nuestras
migas.
Cuando veamos que el chorizo y la morcilla estén fritos, lo retiramos
del caldero y lo reservamos. Ahora es cuando echamos las migas y removemos
continuamente para que se impregnen bien de la grasa que hemos generado en el
caldero. Una vez que hayan absorbido toda la grasa añadimos una cucharada de
pimentón en crudo. A mí me gustan picantitas, así que el pimentón usado es el
picante y no nos hace falta añadirles guindillas y, además, se distribuye mucho
mejor el picante al removerlo.
Ponemos el chorizo, la morcilla, los tostones de tocino y la mezcla de
almendras y cacahuetes sobre las migas y seguimos removiendo hasta que quede
todo integrado.
El paso siguiente es opcional, pero a mí me encanta poner un huevo frito una vez servidas las migas,así que, como no es plan de explicar cómo se hace un huevo frito, pues ya nos las comemos.
Este plato no requiere pan recién horneado por razones obvias, ya se sabe que pan con pan...
El paso siguiente es opcional, pero a mí me encanta poner un huevo frito una vez servidas las migas,así que, como no es plan de explicar cómo se hace un huevo frito, pues ya nos las comemos.
Este plato no requiere pan recién horneado por razones obvias, ya se sabe que pan con pan...
P.D. Cuando me acordé de hacer la foto ya me había comido unas cuantas.
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