El conejo es una carne blanca y exquisita que aporta al organismo un
sinfín de propiedades benéficas tanto física como psicológicamente ya que,
entre otros, contiene niacina, piridoxina y un elevado aporte en vitamina B 12,
lo que la convierte en el mejor aliado para eliminar los efectos de la astenia
otoñal y por ende, para prevenir los estados de ánimo de apatía.
He comprado un conejo con el fin de elaborar una paella valenciana
para el domingo y he separado algo más de la mitad del conejo para hacerlo hoy
encebollado, que es junto al salmorejo y a la campera una de las formas que más
me gustan, aunque tampoco vamos a desdeñarlo al ajillo o
"cochifrito", que también está excelente.
1 conejo de unos 750 a 1000 gr
1 cebolla grande
1 pimiento rojo
300 gr de champiñones
1 vaso de vino blanco
Aceite de oliva virgen extra
Pimentón de La Vera dulce
sal
Para la majada:
El hígado del conejo
3 dientes de ajo
6 almendras crudas
Un puñadito de piñones
Unas hojitas de romero
Perejil
Pimienta
sal
Lo primero que haremos será marcar el conejo en la sartén a fuego vivo
(podemos enharinarlo para que deje la salsa más untuosa, pero al llevar la
majada, no es necesario). Retiramos y reservamos.
Picamos bien la cebolla y el pimiento y los incorporamos en una olla
con tres cucharadas de aceite de oliva virgen extra, una pizca de sal y dejamos
que se pochen a fuego lento y tapados.
Cuando haya caído echamos los champiñones y dejamos que siga la
cocción durante unos cinco minutos, momento en el que pondremos el pimentón.
Añadimos el vino y dejamos a fuego fuerte unos tres minutos para que pierda el
alcohol. A continuación le echaremos un par de vasos de agua (o de caldo,
mejor) y dejamos que cueza a fuego muy suave, chopchopeando.
Una vez que empiece el primer hervor, añadimos la carne del conejo,
removemos y dejamos que siga chopchopeando durante al menos 45 minutos.
Mientras va haciéndose, vamos a elaborar la majada, para lo cual, partimos los ajos en dos o tres trozos, picamos las hojitas de romero, cortamos el hígado en trozos manejables en el mortero e incorporamos el resto de los ingredientes. Una vez que esté todo bien majado, lo incorporamos al guiso y dejamos que siga su cocción.
Podemos servir acompañado de
patatas fritas, arroz blanco simplemente con un buen trozo de pan recién
horneado.
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