Hoy apetecía un platito marinero de esos del norte y he preparado unas
judías verdinas asturianas con almejas gallegas y cocochas de bacalao fresco
vizcaíno. En realidad, son tres elaboraciones para fusionarlas en una sola
receta y ha resultado relajante y una forma de viajar por tres comunidades
norteñas sin moverme de casa.
Como suele ser habitual en la cocina del fin de semana, apelo a la
paciencia más que al buen hacer porque, en el fondo, no hay que ser ningún
experto en los fogones para obtener un resultado impresionante.
250 gr de judías verdinas
300 gr de almejas
6 cocochas de bacalao fresco
½ cebolla
½ pimiento rojo
½ pimiento verde
1 vasito de vino blanco
1 hoja de laurel
Pimentón de La Vera dulce y picante
2 dientes de ajo
Perejil picado
AOVE
Sal
Lo primero que tenemos que hacer la tarde anterior es poner las
almejas en un bol con agua salada y las judías en otro con agua, y dejarlas
hasta la mañana siguiente.
Picamos la cebolla y los pimientos y los ponemos a fuego suave en una
cazuela con un poco de AOVE y un pellizco de sal. Cuando veamos que ya están
blanditos echamos agua, el laurel y las judías y las dejamos cocer a fuego
suave durante al menos dos horas y media controlando que siempre estén
cubiertas de agua.
Mientras se van haciendo, ponemos las almejas en una sartén con el
vino y dejamos que se abran a fuego medio-alto tapadas. Podríamos dejar que se
abran en la propia cocción de las judías, pero para mí es importante hacerlo por
separado porque podemos colar el caldo que dejan e incorporarlo al guiso y así
evitar que caiga algo de arena, lo que nos puede arruinar la receta y, por otra
parte, controlamos que se abran todas las almejas desechando las que
permanezcan cerradas o tengan aún algo de arena. Reservamos las almejas y, como
hemos dicho, añadimos el caldo colado al guiso.
Vamos con las cocochas. Pelamos y picamos los ajos y los ponemos en
una sartén con un par de cucharadas de AOVE. Las cocochas que compré eran
bastante hermosas, por lo que me ha parecido interesante partirlas en dos
trozos. El fuego tiene que estar al mínimo para echar las cocochas por la parte
de la piel y dejarlas durante unos 15 minutos para que se vayan confitando
junto con los ajos. Cuando veamos que están perfectamente confitadas, añadimos
el perejil picado y movemos la sartén para hacer el pilpil. Una vez que esté
ligado, ponemos un par de cucharadas de caldo de las judías y volvemos a
repetir el movimiento. De esta manera, el pilpil quedará cremoso.
Cuando las judías estén blanditas añadimos las almejas y las cocochas
con todo su pilpil y dejamos cocer a fuego suave 5 minutos más.
Como vemos, es una receta en la que impera la paciencia, pero como
decíamos, no hace falta ser un gran chef para conseguir un plato exquisito.