Hay bastante desacuerdo entre algunos que dicen que el emperador y el pez espada son el mismo bicho y quienes los consideran diferentes. También es cierto que los que lo consideran diferentes añaden de inmediato que es muy difícil distinguirlos, a nosotros nos da lo mismo que sean uno o dos, así que vamos a pasar de esta discusión.
Los pescados azules suelen venir precedidos de una fama bastante mala en cuanto a la aportación de mercurio y otros minerales nocivos, pero en su contra, también se los considera sumamente nutritivos y beneficiosos para la salud, en especial para el exceso de colesterol pues aporta grasas benéficas. Nos quedamos mejor con esta segunda parte y continuamos con la receta.
Habitualmente, al ser un pescado graso, se suele preparar a la plancha, con ajitos y un chorrito de aceite, pero se pueden hacer otro tipo de elaboraciones en las que queda más sabroso y menos seco, como esta que nos ocupa.
Lomos de emperador
½ cebolla
3 dientes de ajo
1 vasito de cerveza
1 cucharada de maicena
Perejil picado
Unas hebras de azafrán
1 guindilla
AOVE
Sal maldon (en escamas)
Pelamos y laminamos los dientes de ajo y cortamos la cebolla en brunoise, y lo ponemos en una sartén a fuego suave junto con la guindilla hasta que quede todo doradito.
Ponemos pimienta recién molida sobre los lomos de emperador y los añadimos a la sartén durante unos tres minutos por cada lado, para que quede hecho pero jugoso.
Mezclamos en un bol la maicena junto con el perejil y el azafrán y añadimos el vasito de cerveza, mezclamos bien y lo vertemos en la sartén durante unos minutos, hasta que la salsa adquiera la consistencia deseada. Añadimos el punto de sal en escamas y lo acompañamos de pan recién horneado.
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