Hoy he tirado de alimentos de los que voy guardando en el congelador y
he visto unos brazuelos de conejo que me sobraron de la paella del domingo y
unos ceps que conservaba en la nevera confitados.
El conejo es una de las carnes más finas y sanas que hay junto con el
potro y, por supuesto, el cerdo ibérico y admite cientos de formas de
prepararlo. Hoy me he decantado por hacerlo con una salsa picantona y
acompañada por esos ceps.
Desde que descubrí que algunas granjas dedican su labor al cultivo de "boletus
edulis, me he convertido en un acérrimo consumidor del producto en cuestión.
Desde luego no tienen el sabor a bosque de los originales, pero sí dan buen
aroma y enaltecen los guisos además de ser bastante más económicos.
3 a 4 brazuelos por persona
1 cebolla
1 ejemplar de "boletus edulis"
1 tomate pelado y triturado (yo tenía tomate de bote)
1 vaso de vino blanco
Salsa de soja
Salsa Perrins
1 guindilla
Aceite de oliva virgen extra
Pimentón de La Vera picante
Sal
Y para el majado:
5 almendras
1 diente de ajo
Unas hebras de azafrán
sal
En primer lugar ponemos en una sartén un chorrito de aceite de oliva
(yo he utilizado el que tenían los ceps en su confitado) y procedemos a freír
el conejo a fuego medio hasta que quede dorado. Retiramos y reservamos.
Picamos la cebolla y la echamos a la sartén con una pizca de sal, dejando que se vaya
friendo a fuego bajo. Cuando veamos que esté blanda añadimos los ceps y la
guindilla, y dejamos que se sofrían durante unos tres minutos.
Retiramos la sartén del fuego, ponemos el pimentón, removemos y enseguida
echamos el tomate sin dejar de remover. Volvemos a poner la sartén en el fuego
y dejamos que se sofría el tomate. A continuación ponemos el vasito de vino y
dejamos que cueza unos tres minutos.
Ponemos el conejo y recubrimos con agua y dejamos cocer a fuego lento,
"chopchopeando" durante unos 15 a 20 minutos.
Para el majado lo único que tenemos que hacer es poner los ajos, las
almendras, el azafrán y una pizca de sal y majarlo hasta que quede como una
crema. % minutos antes de retirar del fuego lo añadimos al guiso.
Se puede servir acompañado de unas patatas fritas, aunque en mi caso,
como aún conservo la grasa del pato, las he cocido en ella.
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