domingo, 6 de noviembre de 2022

CEBOLLA CARAMELIZADA

 Hoy voy a preparar una hamburguesa tradicional y me apetece acompañarla de cebolla caramelizada, que le aporta ese sabor dulce que tan bien combina con la carne.

Para caramelizar la cebolla podemos manejar su propio azúcar o añadirle una cucharadita de azúcar blanca o morena. En el caso que nos ocupa vamos ha hacerla así, para lo que necesitaremos una cebolla blanca dulce, una cucharada de azúcar, un chorrito de vinagre de Módena, AOVE y una pizca de sal. 

Lo primero que vamos a hacer va a ser pelar la cebolla, partirla por la mitad y cortarla en juliana fina. Ponemos una sartén con un chorrito de AOVE y el fuego al mínimo y echamos la cebolla. Si tapamos la sartén, el proceso se va a acelerar y con el vapor, evitaremos que se nos queme. El proceso debe incluir la reacción de Maillard de manera que la cebolla adquiera ese color tostado y ese gusto incomparable.

En mi encimera, que es una placa de inducción, el calor va de 1 a 9 y yo he manejado entre el 2 y el 1. Una vez que tengamos la cebolla transparente y blanda, le añadimos la cucharada de azúcar y un chorrito de vinagre de Módena. Subimos el fuego y removemos sin parar para que se entremezclen los sabores y consigamos la citada reacción de Maillard.  



Si vemos que nos queda demasiado apelmazada y preferimos que quede más cremosa, le podemos añadir un chorrito de agua. 

Podemos hacer bastante cantidad porque se conserva en la nevera durante bastante tiempo y siempre viene bien tenerla para acompañar no solo a la hamburguesa o a otras carnes, sino también al queso, a los pescados a la plancha, o a donde uno se imagine. 

martes, 1 de noviembre de 2022

REVUELTO GRAMAJO

Hoy traigo un plato típico de las cocinas argentina y uruguaya que me llegó vía Internet y me llamó la atención por la similitud que tiene con el bacalao dourado portugués (figura en la entrada del 30 de agosto de 2018). Tanto la combinación de ingredientes como su elaboración son iguales, con la salvedad de que esta receta utiliza jamón cocido en lugar del bacalao.

Para su elaboración vamos a necesitar patatas, 3 huevos, jamón cocido en cubos, una cebolla pequeña, AOVE, una nuez de mantequilla, unos cebollinos y sal. Como podemos comprobar son todo productos de los que hay habitualmente en casa.

Las patatas se pueden comprar ya fritas y nos quitamos el engorro de tener que hacerlas, y es que, son bastante puñeteras. Vamos a empezar por ellas. Las pelamos, las cortamos en rodajas de dos mm y luego en tiras del mismo tamaño para que queden muy finas. A continuación las lavamos con abundante agua para eliminar el almidón y las reservamos para luego freírlas.

Ponemos la nuez de mantequilla en una sartén y cuando se haya derretido añadimos la cebolla cortada en juliana muy fina (o si se prefiere en cubitos) con una pizca de sal y opcionalmente un poco de pimienta recién molida.

Una vez que veamos que la cebolla está pochada, añadimos el jamón y dejamos que se fría todo junto durante un par de minutos y reservamos para más adelante.

Volvemos con las patatas y una vez que las tengamos bien secas las freímos en abundante aceite muy caliente. Y aquí viene la madre del cordero, porque si echamos demasiadas patatas de una vez, se va a salir el aceite, por lo que lo ideal es freírlas en varias tandas. Conforme vayamos friendo, las sacamos y las incorporamos a la sartén en la que teníamos la cebolla junto con el jamón.

Batimos los huevos y los incorporamos también dejando que se vayan cuajando con el calor residual de las patatas. Así conseguimos que queden cremosas.

Servimos en un plato y decoramos con los cebollinos picados. 




martes, 27 de septiembre de 2022

NUGGETS DE POLLO DE CORRAL EN LA FREIDORA DE AIRE

Hace unas semanas, manejar la freidora de aire era toda una aventura, pero a estas alturas, ya la tengo asumida como una herramienta más de la cocina. De hecho, hay productos que quedan perfectos, incluso mejor que fritas en la sartén o en la freidora normal, como las alitas de pollo o estos Nuggets que hoy nos ocupan.

El espíritu de superación es algo muy enriquecedor en el ámbito psicológico y cuando consigues dominar una herramienta embrujada, te das cuenta de que se convierte en un estímulo tremendamente positivo. Recuerdo algunos logros anteriores, como el manejo de la crock pot, o más remotamente la mejor de mis experiencias: la máquina para hacer pasta fresca (nos tenemos que remontar a la entrada del día 22 de octubre de 2011).

Para elaborar unos Nuggets caseros riquísimos vamos a necesitar:

2 filetes de pechugas de pollo de corral

1 huevo de gallina ecológico.

1 cucharada de harina

Ajo en polvo

Perejil seco

Pimentón de La Vera picante

Orégano

Pimienta negra recién molida.

Pan rallado

Sal

El espray de AOVE

En primer lugar, ponemos en un bol la cucharada de harina, el ajo, el perejil, el pimentón, el orégano y la sal, y lo removemos bien para que quede todo bien entremezclado.

Picamos bien los filetes de pechuga con un cuchillo y les damos con las manos bien limpias la forma que queramos. Añadimos la pimienta y los pasamos por la mezcla del bol para que se impregnen bien. Los dejamos reposar durante al menos una hora.

Batimos el huevo, pasamos los Nuggets por él y después al pan rallado. Por último, volvemos a pasarlos por la mezcla de especias.

Precalentamos la freidora a 200 grados durante unos cinco minutos. Impregnamos los Nuggets con el pulverizador de AOVE y los metemos en la freidora a 180 grados durante 6 minutos, pasados los cuales, los damos la vuelta y los dejamos otros 6 minutos.

El resultado serán unos Nuggets sabrosos y muy crujientes. 

Yo los he acompañado con Ketchup y una tortilla francesa que hice con el huevo que sobró de rebozarlos.


lunes, 26 de septiembre de 2022

TARTA DE QUESO

 

A lo largo de los años, he conocido a unos cuantos cocineros y estudiosos de la cocina. Casi todos ellos no tienen reparo en compartir sus recetas, aunque es cierto que la mayor parte de los platos que se sirven en los restaurantes digamos que de alta cocina, son tan complejos que de nada nos sirve que nos lo compartan.

Hay algunos cocineros que, a pesar de haber obtenido estrellas Michelín y soles Repsol, que son la más alta condecoración y reconocimiento al trabajo de los restaurantes, no tienen el menor reparo en compartir sus especialidades y sus secretos como son, por ejemplo: Dani García, Martín Berasategui, Juan Mari Arzak, Karlos Arguiñano… y tantos otros. Pero también los hay más reacios.

El año pasado, nos sirvieron una tarta de queso en el hotel Sicania que estaba deliciosa. Tanto es así que solicité la receta al chef del hotel y ni siquiera me respondió. Este año he vuelto al ataque, pero en lugar de pedírsela al chef, se la he pedido a su hijo, que es el autor de esta. En este caso sí que la pude obtener, aunque me pidió que no se la diese a nadie.

Al leerla, me pareció recordar que era la misma que había visto en Internet y me puse a investigar. Efectivamente comprobé que en el portal “Recetas de rechupete” aparecía la misma, aunque con alguna diferencia en las cantidades. 

Como es natural, me puse manos a la obra y reuní los ingredientes:

1 tarro grande de Queso Philadelphia 350gr.

3 huevos

3 briks de nata para montar 500 ml.

4 cucharadas (de café) de azúcar.

1 cucharada sopera de harina 40 gr.

 

El proceso es muy fácil: Encendemos el horno y lo precalentamos a 200 grados. Mientras tanto mezclamos los ingredientes en un bol y lo batimos bien con la varilla (si se dispone de una varilla acoplable a la batidora, nos ahorramos trabajo y tiempo).

 

El tarro grande de queso pesa 400 gr por lo que debemos reservar un poco para otra ocasión y lo mismo nos va a ocurrir con la nata ya que cada brik es de 200 ml. Podemos utilizar dos briks enteros y reservar la mitad del tercero.

 

Forramos el molde con papel de horno recortando el fondo a la medida de la base y con el trozo de papel restante forramos también los laterales (así nos aseguramos de poder desmoldar sin problema). Vertemos la mezcla en el molde forrado y lo introducimos en el horno.

 

Ahora hay que bajar la temperatura de 200 a 180 y encender arriba, abajo y aire, y dejar que se haga durante 40 minutos (45 si vemos que aún no está del todo hecha). Apagamos el horno y la dejamos reposar durante otros 10 minutos. La tarta estará perfecta si al pincharla con un palillo sale seco.

 

Así queda riquísima, aunque podemos acompañarla con un poco de mermelada. En la próxima tarta voy a poner en la base una mezcla de galletas trituradas mezcladas con mantequilla, porque me da que va a quedar incluso más rica.




domingo, 28 de agosto de 2022

SALSA BRAVA

 Hace ya unos cuantos años y en una taberna del barrio de Argüelles pedí una ración de patatas bravas pues me habían dicho que ahí servían las mejores de Madrid, y al probarlas, di fe de las bondades del producto. Pregunté cómo hacían la salsa y me contestaron que ese era su secreto mejor guardado. Yo seguí indagando y añadí que bueno, que aparte del tomate y la salsa Tabasco algo más llevaba. Entonces, le saqué buena parte del secreto porque su respuesta fue que no llevaba ni tomate ni salsa picante, solo harina y pimentón. Unos días más tarde, probé varias formas de obtener esa salsa brava y di con la solución.

Si nos damos un paseo por internet y buscamos la receta de patatas bravas o directamente de la salsa brava, nos vamos a encontrar con varias opciones. Por un lado, las que llevan salsa de tomate entre sus ingredientes, amén de cebolla y ajo y por otra las que eliminan el tomate, aunque hay un sinfín de maneras de hacerla conforme a Internet por aquello de cada maestrillo tiene su librillo.

Las bondades del picante son innumerables, tanto a nivel psicológico como en el biológico y esta salsa es picante y rica como ella sola.

Mi manera de hacerla es sumamente simple y se acerca muchísimo a la de los mejores bares, naturalmente sin tomate, ni ajos, ni cebolla. Se trata simplemente de una veluté elaborada en unos minutos y vamos a necesitar simplemente caldo, dos cucharadas de pimentón de La vera dulce, una cucharada de pimentón de La Vera picante. Una cucharada de harina y AOVE.

Lo primero que haremos será poner en una sartén un par de cucharadas de AOVE a fuego muy suave. A continuación, añadimos el pimentón y removemos bien con cuidado para que no se queme. Añadimos una cucharada de harina y cocinamos para evitar que quede cruda removiendo. Añadimos el caldo y dejamos que se elabore. La textura debe de ser como de una besamel.

Yo se la he puesto a un poco de tortilla de patata que me sobró de ayer y ahora está más rica.



sábado, 27 de agosto de 2022

ALITAS DE POLLO CON MOLE POBLANO

 

Las alitas de pollo son muy socorridas, en especial, cuando estás solo. Compras una bandeja de alitas de pollo de corral, que suelen tener un buen tamaño, y tienes para tres recetas. El otro día compré una de esas bandejas y traía 9 trozos de ala, así que utilicé tres para hacer un arroz caldoso de pollo y verduras y congelé las otras 6. Hoy voy a utilizar otros tres trozos para hacerlos con mole.

Igual que comenté acerca de la salsa brava, el mole poblano es picantito y muy rico, así que aporta los mismos beneficios tanto a nivel psicológico como fisiológico que la salsa brava.

En realidad, el mole se puede elaborar en casa, pero lo venden ya hecho en diferentes formatos y vale la pena gastar un poco más y ahorrarse el trabajo de comprar los ingredientes y tener que ponerse manos a la obra. En mi caso, lo pedí por la mañana y me lo trajeron el mismo día por la tarde.

Digamos que el pollo con mole solamente lleva las alitas y el mole, pero quedan mucho más ricas enriqueciendo la salsa con cebolla y pimiento morrón, así es que vamos a ver cómo elaborarlo:

Ponemos las alitas en un cazo con una cucharada de aceite y dejamos que se frían a fuego medio. Les damos la vuelta y, cuando estén doraditas, las sacamos y reservamos.

Ponemos la cebolla picada en brunoise en la misma cazuela con una pizca más de aceite. Cortamos el pimiento morrón en tiras y las añadimos también. Una vez que estén pochadas las verduras, ponemos de nuevo las alitas en el cazo y cubrimos de agua. No hay que poner demasiada porque en ese caldo que nos quede vamos a añadir la pasta de mole.

Dejamos que cueza durante unos 15 a 20 minutos a fuego bajo para hacer un caldo. Una vez que veamos que las alitas están tiernas, las retiramos y añadimos 3 cucharadas de pasta de mole y dejamos cocer removiendo para que se diluya bien.

Deshuesamos las alitas y, una vez que veamos que el mole está disuelto en el caldo, las ponemos en la cazuela removiendo para que se incorporen bien.

Podemos acompañarlas con arroz blanco y comerlas en unas tortillas mexicanas o directamente en un plato con su salsa y un trozo de pan recién horneado.



jueves, 18 de agosto de 2022

SALPICÓN DE MARISCO

 Aunque a mí me suele apetecer cualquier plato y en cualquier época del año, con los rigores del estío parece que apetecen comidas fresquitas, así es que hoy vamos a hacer un salpicón de marisco con lo que tengamos por la nevera.

En más de una ocasión he comentado que me gusta tener gambas en el congelador porque son muy socorridas y sirven tanto para hacerlas al ajillo, como para un arroz o una fideuá o, como hoy, para hacer la base de nuestro salpicón. Se da la circunstancia de que ayer vino mi hija a cenar y le encantan las clóchinas, así que compré un kilo para hacerlas al vapor. Para los menos versados, les diré que las clóchinas son como unas hermanas pequeñas del mejillón. Se recogen en Valencia y son más caras, pero mucho más finas y ricas que sus hermanos.

Echando una ojeada por la nevera y la alacena, descubrí que había cebollas, que tampoco suelen faltar entre mis ingredientes, pimiento morrón, tomates de La Albufera y poco más…suficiente para elaborar un rico y fresquito salpicón.

La elaboración es sencilla porque solo es preciso cocer las gambas, trocearlas y reservarlas junto con las clóchinas (también pueden ser mejillones). A continuación, procedemos a picar la cebolla, que puede ser en juliana o en cubitos y lo mismo haremos con el pimiento.

Debido a las altas temperaturas de este verano de 2022, los tomates siguen siendo magníficos, aunque han sacrificado el tamaño pues son considerablemente más pequeños que los de otros años y tienen la piel más dura. Por eso, vamos a pelarlos antes de trocearlos. Para pelar los tomates sin ninguna dificultad es preciso poner agua a hervir, hacer unos cortes en cruz en la parte lisa de los tomates. Cuando el agua esté cociendo, los sumergimos y los dejamos hasta que vuelva a brotar el hervor. En este momento los sacamos del cazo y los sumergimos en agua muy fría. Como por arte de magia habremos conseguido poder pelar los tomates simplemente estirando de las puntas que se han formado en la cruz y ya los tenemos preparados para picarlos, como en el caso anterior en cubos pequeños.

El siguiente paso es mezclar las verduras con las gambas y mejillones y proceder a elaborar la vinagreta.

Para hacer la vinagreta necesitaremos AOVE, vinagre de vino, manzana o de Módena, pimienta recién molida, una pizca de sal y el elemento primordial: una cucharada de mostaza tradicional que va a ejercer de emulsionante, además de aportar un gusto excepcional a nuestra vinagreta. Con estos pocos ingredientes obtendremos una vinagreta que, además de estar muy rica, se va a conservar todo el tiempo que queramos pero, si queremos mejorar el resultado, podemos añadir unos encurtidos como pepinillos y cebollitas.